¿Sabías que el cabello puede crecer durante toda nuestra vida, que puede durar entre 100 y 125 años? Este largo recorrido se divide en ciclos de vida que tienen una duración aproximada de 4 a 5 años, repitiéndose hasta 25 veces a lo largo de nuestra vida.
De forma natural, cada día perdemos entre 50 y 100 cabellos. Pero no hay por qué alarmarse: estos son reemplazados por otros nuevos, en un constante proceso de renovación que mantiene nuestra melena en equilibrio.
Los folículos pilosos son los encargados de dar vida a cada cabello. En un ciclo continuo, cada folículo forma un cabello nuevo, que atraviesa distintas fases de crecimiento antes de desprenderse de forma natural. Este proceso asegura que nuestro cabello se renueve constantemente, manteniendo su vitalidad y volumen a lo largo del tiempo.
Las tres fases del ciclo del cabello
Los folículos pilosos son los encargados de dar vida a cada cabello. En un ciclo continuo, cada folículo forma un cabello nuevo, que atraviesa distintas fases de crecimiento antes de desprenderse de forma natural. Este proceso asegura que nuestro cabello se renueve constantemente, manteniendo su vitalidad y volumen a lo largo del tiempo.
1. Fase de crecimiento o Anágena
La fase anágena es el período en el que el cabello se encuentra en pleno crecimiento. Esta etapa puede durar entre uno y cuatro años, dependiendo de factores genéticos y del tipo de cabello.
Durante esta fase, el bulbo piloso —ubicado en la base del folículo— se regenera y produce un nuevo cabello. Este crecimiento es gradual, con un promedio de 1 cm al mes, consolidándose como la etapa más activa y larga del ciclo capilar.
2. Fase Catágena o fase de transición
La fase catágena, también conocida como la fase de transición, marca el final de la producción de fibra capilar. Este período, que dura entre dos y tres semanas, es cuando el folículo piloso comienza a retraerse de la superficie del cuero cabelludo.
Durante esta etapa, el cabello deja de crecer activamente, pero permanece en el folículo durante unas semanas más antes de entrar en la fase telógena. Aunque es una fase corta, es esencial para preparar el terreno para el siguiente ciclo del cabello.
3. Fase Telógena o de caída del cabello
La fase telógena, conocida como la fase de descanso o caída del cabello, es la tercera y última etapa del ciclo capilar. En este período, el cabello deja de crecer pero permanece unido al folículo durante aproximadamente tres meses.
Al final de esta fase, el cabello se desprende de forma natural, ya sea al lavarlo o cepillarlo, dando paso al inicio de un nuevo ciclo con la fase anágena, donde comienza a crecer un nuevo cabello. Este proceso asegura una renovación constante que mantiene la salud y el volumen de nuestra melena.
A diferencia de lo que podríamos pensar, nuestro cabello no crece de manera continua, sino que lo hace en ciclos sucesivos. De hecho, hasta el 90% de nuestro cabello se encuentra en una fase activa de crecimiento, mientras que aproximadamente el 10% está en la fase de caída.
Este equilibrio entre crecimiento y renovación es clave para mantener una cabellera saludable y en constante transformación.
Tipos de caída de cabello
Si la caída del cabello es demasiado abundante, ya no se considera parte del ciclo natural. Esto suele ser un indicio claro de que algo no está funcionando correctamente en el ciclo de vida del cabello.
En estos casos, hablamos de una pérdida de cabello que puede ser temporal o crónica. Los síntomas más evidentes incluyen una notable falta de densidad capilar, que puede afectar tanto a hombres como a mujeres, impactando directamente en la salud y apariencia del cabello.
- Pérdida crónica del cabello: un problema común en hombres
La pérdida crónica del cabello afecta principalmente a los hombres. De hecho, se estima que alrededor del 50% de los hombres mayores de 50 años padecen alopecia androgénica, una condición hereditaria que debilita el folículo piloso con el tiempo.
El folículo piloso se vuelve más frágil debido a su sensibilidad a las hormonas esteroideas, lo que provoca un afinamiento progresivo del cabello hasta su caída definitiva. Este tipo de alopecia suele ser permanente, pero existen tratamientos que pueden ayudar a frenar su avance y estimular el crecimiento capilar.
- Caída reactiva del cabello: un efecto del estrés y los cambios hormonales
La caída reactiva del cabello es más común en mujeres y generalmente está relacionada con situaciones de estrés intenso, cansancio extremo o cambios hormonales, como los que ocurren durante el embarazo o la menopausia.
En estos casos, el cabello sufre un afinamiento de la fibra capilar, lo que puede desencadenar una pérdida de cabello abundante. Aunque suele ser temporal, este tipo de caída puede ser preocupante, pero con el tratamiento adecuado y el control de los factores desencadenantes, es posible recuperar la densidad capilar.
- Alopecia en la mujer: un tema poco hablado pero relevante
La alopecia femenina es un problema que afecta a muchas mujeres, aunque a menudo se pasa por alto debido a que se asocia principalmente con los hombres. Sin embargo, las mujeres también pueden experimentar pérdida de cabello, y las causas son variadas.
La alopecia en mujeres puede ser hereditaria, como en el caso de la alopecia androgenética, o puede estar relacionada con factores temporales, como el embarazo, la menopausia o trastornos hormonales. Además, el estrés crónico, las dietas inadecuadas o el uso excesivo de productos capilares agresivos también pueden contribuir a la caída del cabello.
Es importante abordar esta condición de manera proactiva, buscando el diagnóstico adecuado y explorando tratamientos que pueden ayudar a detener la caída y promover el crecimiento saludable del cabello.